martes, 27 de diciembre de 2011

Cap 12. Confundida


       
         Plop…

    Gota tras gota.

         Plop…

     Iban cayendo en la superficie.

         Plop…

      En la superficie del agua.

         Plop…

      En la nada.

      No puedo respirar…

     -   Jake – abrí los ojos.

El cielo estaba nublado.

     -   Jake – me senté sobre el pasto. – Jake – susurré, me había prometido no dejarme y ahora estaba sola. Completamente sola. Me levanté. 

         La lápida de Melody seguía allí, en frente mío. Miré a mi alrededor, solo había pasto… y lápidas, pero estas eran borrosas, como si no fuesen reales. Solo una ilusión. Me acerqué a una de ellas y con letras borrosas solo pude distinguir un nombre, que nunca antes había escuchado, era una mujer llamada Amelie Vone. Tenía un dibujo, un especie de trébol en el centro de la lápida, no había visto nada igual. Caminé hasta otra y era la de un chico, Merion Steven Trossher y su lápida también tenía un dibujo, pero diferente al de la tal Amelie. Este era de un animal, muy parecido a una araña. Esto superaba lo extraño. No recordaba haber visto aquellos dibujitos allí. Tampoco esos nombres. Además, a Melody no le pusimos nada de eso. 

       Volví donde Melody tan solo para llevarme un gran susto al ver la cara de un gato. Melody tenía la carita de un pequeño gatito labrada en su lápida y por un momento casi sentí como los ojos del gato me observaban. 

       Di un paso atrás y volví a llamar: - Jake – nadie respondió. Me había dejado. Si, como todos lo harían en algún momento. Lo sabía, pero aún así dolía. 

      Levanté la mirada del suelo al escuchar un suave murmullo.

      Decidí hacer silencio, no quería dejar escapar el sonido. Escuché un buen rato, era como suaves alitas. Y ahí fue cuando tratando de concentrarme mi vista se clavó, no intencionalmente, en una flor que se encontraba en un ramo de una tumba cercana. 

      Y en aquella flor una mariposa. 

      Era hermosa, pequeña y delicada. De color blanco y que revoloteaba por la flor, después se detenía un momento sobre ella y volvía a volar un momento después. Me quedé mirándola un buen rato y poco a poco estire ligeramente aunque no completamente mi brazo derecho al frente, aún manteniéndolo un poco cerca de mí. La mariposilla voló de la flor y dando vueltas y piruetas de aquí a allá, llegó hasta mi brazo. Volando alrededor de mi mano, parecía entusiasmada. Casi drogada – reí al imaginarme a la mariposita drogada. Y algo asombrada observé como se posaba sobre mi mano, dándome cosquilleos en la palma. 

        Acerqué mi rostro hasta ella lentamente para no asustarla. 

        Sus alitas se movían suavemente y si escuchabas con atención, podías darte cuenta de un ligero murmullo que provenía de ella. 

        De pronto la mariposa salió volando de mi mano. Dejándome con un vacío. Como si la necesitase para estar completa.  Ella volaba asustada, revoloteando por todos lados. Comencé a impacientarme. El cielo parecía demostrar indicios de tormenta. ¿Qué había pasado? Me sentí en  peligro. ¿Habría alguien ahí? Me sentía observada, realmente no sabía qué hacer. ¿Correr?

     -   Maldita sea ¡que pasa! – grité desesperada. 

        Un murmullo.

        Busqué a la mariposa con la mirada y la encontré, en la rama de un árbol cercano. Me acerqué lentamente. Pero aún tenía esa sensación de peligro así que me detuve dudando. La mariposita bajó ligeramente de la rama y se acercó a mí. Pero esta vez, yo no coloqué mi mano para ella. La mariposilla comenzó a revolotear a mi alrededor, rodeándome. Me estaba volviendo loca. ¿Qué sucedía? Di un paso hacia atrás, y otro más. Mi corazón latía desbocado y coloqué una mano en mi pecho tratando de tranquilizar el desbocado aceleramiento. 

        La mariposa se detuvo,  en frente de mí. Y pude notar como sus alas cambiaban, seguían siendo del mismo tamaño pero en sus bordes ya el blanco puro no estaba. Estaba siendo remplazado por un negro noche. Sus alas parecían llenas de tinta negra que poco a poco se regaba, ocultando todo lo blanco que una vez hubo en ellas. 

        Ahora, era completamente negra.

        Se acercó a mí y me quedé congelada. Sin moverme. Ni siquiera respiraba. Mientras volaba noté como sus alas, en los bordes, parecían desprender como una ligera escarcha negra o tal vez solo fuese el movimiento de sus pequeñas alas lo que la hacía verse de esa manera. 

       Sentí como se acercaba a mí, estando a tan solo pocos centímetros. Mi mente parecía estar bloqueada, no sabía qué hacer. 

        La mariposita se acercó, revoloteando alrededor de mi cuello causándome escalofríos. Mi cabello ondeaba por la ligera brisa lo que le daba más espacio a la mariposilla para que continuase su recorrido por mi cuello. Pero en vez de eso, noté que se acercaba a mi oreja y ahí se quedó, revoloteando con sus alitas. Como si fuesen los labios de una persona, queriéndome contar un gran secreto. Instantáneamente mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos al oír una suave voz, que no era una voz exactamente.  

           Eran un suave murmullo, delicado. Como si hablara pero en un idioma diferente, con sonidos y más callado y tranquilo. 

     -   Vamos… - creía entender – vamos… quieres… vuelve… sos… - lo último que entendí simplemente me heló la sangre – nuestra…
           
           Se separó de mí revoloteando, quedándose frente a mí y pude ver como varias maripositas blancas salían de uno de los árboles del bosque y volando rápidamente pero con gracia fueron acercándose hacia mí. Primero como pequeños puntitos y después tomando forma. Sus alas iban cambiando, como materializándose de nuevo, pero del color de la tinta. 

             Volaron hacia mí de forma ordenada, y la mariposilla junto a mí se unió a ellas colocándose de primera como la líder y siguiéndole a ella dos más y tras ellas tres mariposillas más y así. Di varios pasos atrás y ellas se adelantaron hacia mí. Corrí, corrí como nunca antes tratando de escapar. Me quedaba sin aire pero seguí corriendo, tropezando y lastimándome pero continué. Me detuve al no verlas seguirme, y miré a mí alrededor. 

              Se suponía que corría hacia la salida, pero al contrario continuaba rodeada de tumbas, era imposible. Había estado yendo por el camino correcto. El cementerio parecía infinito, cada lápida con nombres extraños y que no conocía, extraños símbolos en cada uno, las mariposillas rodeándome. Y yo… mirando a todos lados confundida y sin tener idea de que sucedía y que iba a suceder… Las mariposas comenzaron a revolotear más rápido a mi alrededor, mareándome y no tardé en sentir la grama contra mi mejilla y rozando mi cuerpo con las hojas caídas de los árboles y el pasto, no podía hacer nada más solo gritar y gritar hasta que la mariposilla se acercó y cerré mi boca cuando vi como se dirigía a mi boca. Se posó sobre mis labios apenas un segundo, que se me hizo eterno y después solo volvió a volver y cuando volví a gritar mi voz simplemente desapareció dejándome muda e inmóvil en el suelo. No me iba a dejar llevar por las lágrimas, pero el susto me estaba matando y solo quería... huir. Eso no era propio de mí. Prefería enfrentar las cosas pero ahora no podía. No podía pensar, gritar, correr, pelear… y estaba sola. 

***

                   Abrí los ojos y un grito ahogado salió de mis labios. Me senté rápidamente, sentí el sudor en mi cuello, mis manos y piernas temblorosas. Me levanté de un salto asustada y nerviosa. No había nada. Las mariposas se habían ido o ¿no habían estado? Respiré hondo, y observé a mi alrededor. Nada. Todo estaba normal y tranquilo pero había algo, estaba más oscuro. Miré hacia arriba. 

      -  Mierda – susurré. El cielo estaba más oscuro, como si fuesen las 7 de la noche. Me arrodillé, tomé mi bolso  y busqué tanteando en el suelo mi celular hasta que lo tuve entre mis dedos. Seguro y tendría miles de llamadas de mis padres. Observé la hora en mi reloj. Eran casi las ocho y media. Normalmente llegaban a casa a eso de las nueve. Y esperaba que hoy no llegaran temprano. Tomé mi bolso y comencé a dirigirme hacia la salida, pensando. 

                     Repasaría los hechos. Fácil, había venido. Me encontré con Jake, claro después de haber llorado patéticamente. Hablamos, dije cosas que no debí. Hanon llamó, Jake me puso en una situación comprometedora. Me quedé dormida. Soñé, o eso supongo, que me abandonó, lo que el estúpido si hizo. Lápidas con diferentes nombres y signos o dibujos extraños. Una mariposa blanca. La mariposita se fue cambiando y pasando a color negro como si se desvaneciera poco a poco para cambiar, después miles blancas salieron del bosque, que apareció en el cementerio. Se fueron transformando a negras. Corrí. Me siguieron, todo comenzó a verse borroso. Quise luchar pero no pude. Tuve miedo de verdad. Creí que todo era real. 

                   Rodé los ojos. Bien, ya había llegado hasta la verja y ahora, comenzaría mi carrera hasta casa. Me preparé, flexionando los músculos y corrí. Lo más rápido que podía movía las piernas mientras observaba como las calles, casas, autos y personas alrededor se volvían cada vez más borrosas. En mi instituto, o al menos el anterior, normalmente sacaba una de las mejores notas, para no decir la mejor nota en gimnasia, precisamente por carreras. Siempre había sido rápida, corría con agilidad y era lo suficientemente competitiva como para correr hasta que no pudiese más, literalmente. Además, eso compensaba mi carencia de fuerza.  

                    Continué corriendo hasta que llegué a mi casa, respirando entrecortadamente. Me comencé a acercar  al porche y miré por debajo de la puerta. La luz estaba encendida y aguantando la respiración pegué mi oreja a la puerta. No se escuchaba nada dentro. Tal vez habían salido.

     -   Uff – reí y abrí la puerta. Me había llevado un gran susto al ver que ya era tarde. Pero mi risa quedó interrumpida un segundo después. Mi madre se encontraba frente a mí, de brazos cruzados. – Ups – susurré.
     -   Si, ups – mi padre se reunió con mi madre. Me quedé inmóvil tan solo queriendo haber pensado en haberle avisado a mis padres que estaba viendo a Melody o al menos en entrar por la ventana de mi habitación.
     -   Bien, yo… - los observé y cerré la puerta tras de mí. Moví ligeramente mi hombro acomodando mi bolso en un gesto y comencé a caminar hacia ellos, o más bien hacia las escaleras. – Iré a mi habitación, tengo que entregar un ensayo para mañana y no he podido terminarlo, y tengo que corregir unos detalles así que, nos ve… - mi madre tomó mi brazo con fuerza al pasar a su lado. Refunfuñe y me di la vuelta, dándoles la cara a sus rostros furiosos.
     -   ¿Dónde estabas? – preguntó mi padre. No respondí. Solo reí ligeramente – Así que piensas que es una broma. Pues bien… - mi madre le interrumpió. - ¿Qué te da risa? - preguntó, sus ojos fijos en mí.
     -   Nada – me encogí de hombros – Es solo que ya estoy aquí y simplemente había ido a ver a Mel, iba a ir con Damen pero le dije que se quedara en las pruebas de futbol y – ni loca les diría que estuve con un prácticamente desconocido y que me había quedado dormida, será para que les dé una histeria – y se me pasó el rato. Además, no creo que sea la gran cosa, solo son…
     -   Las 8 y media – gruñó mi madre. – Es un día de clase, no hemos sabido de ti en todo el día.
     -   No llamaste. No pediste permiso y ni siquiera avisaste - continuó mi papá. – Fuiste sola ¿qué te sucede? – gritó.
     -   No le veo nada malo a ir sola. ¿Cuál es el problema? – ahora grité yo.
     -   ¿Tú qué sabes qué te podría suceder? ­– chilló mi madre.
     -   No me pasará nada, sé cuidarme sola.
     -   No, no lo sabes – mi padre gruñó.
     -   Y ¿sabes qué? – mi mamá usó ese tono de voz molesto que siempre usaba cuando decía “estás castigada” apostaría el mundo, hasta el universo a que me castigaría. – Estás castigada.
     -   Oh, wow qué sorpresa – dije con burla – ahora, permiso que quiero subir a mi habitación. 
     -   Por una semana – miré a mi padre – y no saldrás a menos que sea para el instituto.
     -   No puedes hacerme eso –susurré.
     -   Ya lo hicimos – mi madre sonrió y subió por las escaleras, dirigiéndose a su habitación.
     -   Papá, pero…
     -   Pero nada, así que olvídate de salir mañana – me interrumpió. Y siguió a mi madre por las escaleras.
     -   Pues, no me importa – grité y subí tras él, pero a mi habitación y en cuanto estuve frente a la puerta grité – me sé cuidar sola, no necesito su sobreprotección y tampoco tontos castigos por nada. Y mamá, solo me castigas por tu estrés en el trabajo así que relájate. – cerré la puerta, dando un sonoro portazo. Antes de escuchar un “dos semanas por tu comportamiento”. Volví a abrir la puerta – No me importa. - Y volví a cerrar.

                Dejé mi bolso a un lado de la puerta, molesta. Era injusto que me castigaran. Si, olvidé avisar. Si, traté de fingir que había estado en casa toda la tarde. Sí, me fui sola y tal vez sí, me pudo haber pasado algo malo. Pero ¿por eso un castigo? Era injusto. 

                  Tomé un short gris y una blusa blanca que decía Smile because it can do you laugh y junto con mi ropa interior entré al baño. Me desvestí y me metí en la ducha. Sentí el agua corriendo por mi cuerpo y pensándolo bien, sabía que estaba siendo algo exagerada y un poco egoísta pero ¿qué podía hacer? Nada. Me parecía injusto un regaño y más un castigo, por algo así. Además, sabían que mañana me vería con todos. Era MI viernes. 

             Después me mi baño me vestí y tomé el secador y al terminar de secar mi cabello me hice una cola de caballo. Salí y me puse unas medías de muchos colores, eran demasiado cómodas. Luego tomé mi Ipod y lo conecté a las cornetas, coloqué What The Hell – Avril Lavigne y subí a un buen volumen como para que se escuchara en toda la casa. Aunque ya mis padres estaban acostumbrados y tenían audífonos que lograban que no se escuchara ni el más grande de los estruendos.  La música a todo volumen lograba que me desahogara.

            Me senté en el suelo y comencé a hacer la tarea que mandaron hoy y el ensayo que aún no había terminado.  Al final terminé todo lo que tenía que hacer, pero no tenía sueño. Y eran las 2 de la mañana. No había comido, pero no tenía hambre. Y no tenía sueño. Además, ¿para qué dormir? Realmente no me gustaba dormir, casi siempre solo dormía por 5 horas, me acostaba tarde y levantaba temprano. Y en solo 6 horas tendría que levantarme para ir a la escuela y no tenía ni sueño, ni nada que hacer. 

              Apagué la música y me acosté en mi cama, envolviéndome en las sábanas con el celular. Llamaría a Drake para fastidiarlo. Sonreí malévolamente. Él era un flojo, dormilón que a esta hora estaría en el quinto sueño. Comenzó a sonar y después de un rato cayó la contestadora. Volví a llamar y esta vez atendió.

     -   ¿Qué? – dijo en un gruñido, con voz soñolienta.
     -   Hola Drakie -  saludé con voz cantarina.
     -   Drakie suena a niña
     -   ¿Y? – reí.
     -   Créeme, no soy el amigo gay indicado. Precisamente porque no soy gay, y no tengo nombre de gay.
     -   ¿Existen nombres gays, Drakie?
     -   Lo es. Y ni siquiera existe, es un apodo de niña que te inventaste de Drake. – él rió.
     -   Está bien, oye no tengo nada que hacer.
     -   Lo noté, ¿por qué no duermes? Necesitas dormir. Sé que eres una hiperactiva que nunca duerme. Pareces una vampira.
     -   No se lo puedes decir a nadie ¿cómo te enteraste? – pregunté.
     -   Era obvio, además, yo soy Sherlock Holmes.  Si, a que no te lo esperabas. – ambos reímos. Una vampira fastidiada y un el mejor detective dormilón hablando por teléfono.
     -   Oye Sherlock, ¿qué hago?
     -   Duerme.
     -   No quiero.
     -   Juega twister.
     -   ¿Sola?
     -   Ven a mi casa.
     -   Jajá – reí. – Oye.
     -   Ya has ido a casa de Melody y Nate y hasta más tarde.
     -   Lo sé, pero no llegaría a tiempo de vuelta y  tu casa queda más lejos que la de Nate o la casa de Mel. Además, estoy castigada y no quiero que suba a tres semanas.
      -   Chica rebelde, que drama. ¿Qué hiciste?
      -   Nada importante. Fue por una tontería.
      -   Igual vienes mañana ¿no?
      -   Sip
      -   ¿Ventana?
      -   Claro- reí. 

                   Hablamos hasta las 4 más o menos hasta que dejé al pobre Drake dormir y como seguía sin nada que hacer tomé mi cuaderno/diario en el que escribía que me sucedía cada día, mis pensamientos, mis sueños  y dibujaba.  Escribí por varios minutos, tal vez una hora y dibujé, una especie de dibujo del sueño o lo que fuese en el cementerio.  Adoraba este cuaderno. Lo tenía todo. Fotos de mí, mi familia, mis amigos. Escritos de cada día, sueños que he tenido, frases, letras de canciones, etc. Dibujos, de mis sueños, o de cualquier cosa que se me ocurriese. Yo con mis amigos, un chico cualquiera sentado en una roca mirando a su alrededor, una chica pelirroja y un chico de ojos cafés sentados compartiendo un helado y de todo. Cualquier imagen que aparecía en mi mente la dibujaba y me quedaban  realmente bien. No me sucedía que a veces se me complicara. Salían con naturalidad, aunque a veces si no me concentraba tenía que borrar y borrar. 

                    Y así estuve durante las horas que quedaban. Vi el amanecer.  Me hice manicure y pedicure, y pinté mis uñas de un fucsia brillante, aunque no chillón y con un pincel más fino, con escarcha plateado dibujé unas florituras en las esquinas. Empecé a hacer la cama y comencé a ver qué ropa me pondría. Al final, elegí unos jeans negros, una camiseta que dice I <3 NY y un chaleco negro, además de mis converse, unos zarcillos largos aunque no en exageración y plateados, un gran conjunto de pulseras de colores, un anillo de una rosa negra en el anular. Me eché brilló labial para darles más brillo a mis labios y ya estaba lista. 

                     Salí de mi habitación y bajé las escaleras, fui hasta la cocina y tomé una galletita de chispitas de chocolate del plato. Y abrí la nevera en busca de jugo para servirme, ignorando la nota que estaba pegada a la puerta de esta, que decía claramente con la letra de mi madre que estaba castigada y después de clase tenía que estar en casa, y enviarle una foto hasta que ambos llegaran. 

                     Después de tomar mi vaso de jugo lo lavé y subí de nuevo, busqué un short negro y una camiseta dorada, unos deportivos blancos y dorados, una cola en mi muñeca junto con las pulseras y una gorra rosa.  Lo metí todo en mi bolso, junto con los libros y me lo colgué sobre el hombro. Salí de mi cuarto, volví a bajar las escaleras y salí. Todavía tenía 20 minutos para llegar al instituto así que no caminé con prisa, fui todo el camino escuchando música y cantando hasta que llegué. Y vi a Gabrielle que acababa de llegar y caminaba por el aparcamiento mientras peleaba por meter un libro en su mochila de Chemical Romance. 

     -   Hola – me saludó cuando llegué a su lado.
     -   Hola – saludé.
     -   Drake me contó lo de anoche. ¿Vendrás?
     -   Claro.¿Cuándo hablaste con él? – pregunté.
     -   Ya llegó, pero está ligando con una de su clase de historia, creo que se llama Jennifer o algo así.
     -   Ah claro, que raro – comenté con sarcasmo. Ya estábamos entrando al edificio junto con los  demás estudiantes. – Oye, ¿qué clase tienes ahora? – pregunté, sacando mi horario.
     -   Artística ¿y tú? – me preguntó de vuelta. Sin observar su horario.
     -   Física – respondí componiendo una mueca. Digamos que tanto historia como esta materia no eran mis fuertes y después de física tenía una hora de historia. 

                    El timbre sonó y me despedí de Gabrielle. Me dirigí a mi casillero y dejé la ropa de deporte y algunas cosas que no necesitaba de materias que no vería hoy. 

                     En cuanto llegué a la clase me encontré a Tyler y Paul. Paul no se molestó siquiera en saludarme solo silbó con aprobación, rodé los ojos y me senté en una mesa atrás de ellos. Solo quedaba esa mesa, una al lado y una de primera y en el centro. Definitivamente había escogido la mejor opción a pesar de ellos. No tenía ganas de sentarme en uno de los primeros puestos.

     -   Hola lindura – Paul volteó y Tyler le imitó. – que linda que estás hoy guapa.
     -   Paul, créeme es una patética forma de entablar conversación sabiendo que eres un perro y que no te voy a hacer caso, ni hoy ni nunca. – sonreí.
     -   Eso dice ella, ya verás que Jake la enamo… - Tyler le susurró a Paul, bueno a la mala cara de Paul, se habrá ofendido o que se yo. Igual, lo tenía bien merecido.  Él era el ex de Rachel y dios, sí que la lastimó. Había prometido no decirle a nadie, ya que ella solo me lo contó a mí. Hace unos meses, tal vez un año, ella y Broke habían peleado y muy seriamente. Rachel desapareció por unas semanas. Chelsea había ido en su busca. Según me contó Rach había ido a casa de sus abuelos en Montana. Rachel en ese entonces llevaba casi dos meses con Paul y aunque le había advertido que él no era bueno para ella y que no debería esperarse todo lo que quería de él, ella continuó con él. Después de que desapareció pasó una semana hasta que Chelsea decidió ir en su busca y después de dos semanas Broke me contó que tenía novio y que no me creería quien es. Y ¿adivinas? Pues sí, Broke estaba saliendo con Paul y él sabía que estaba engañando a Rach y con su hermana. En un secreto ella me contó que lo hacía por venganza hacia Rachel pero que poco a poco le ha ido gustando tan solo un poquito, y en cuanto a Rachel, cuando volvió y se enteró, su furia era inimaginable. Ambas pelearon, no lo vi pero cada una después de eso me lo contó por su lado, y si Chelsea no estuviera ahí. Quien sabe que error pudieron haber cometido.
     -   ¿Qué? – pregunté interrumpiendo su murmullo. – Jake no podría enamorarme, no me importa él así que déjate de payasadas Tyler, hablo enserio.
     -   Te enamorará, tanto que no podrás estar contra él aunque estés en una situación que podría perjudicar a los que más quieres. – susurró con una sonrisa.
     -   Ya quisiera él – respondí, encogiéndome de hombros. – Y dile a ese creído, que nunca sucederá y – miré a Paul que aún me veía – y tú, bájate de esa nube que si no es con él, menos contigo. – comenté, terminando la conversación. Normalmente no era así de cortante, pero me ponía de malas con ellos hablando como si fuese un objeto, una reliquia, un tesoro que Jake, sí el que me abandonó ayer, quiere poseer.
     -   Hola Dan – me giré, Hanon estaba acomodándose en el puesto de al lado.
     -   Hola Han – saludé. -  Vamos Hanon, ya puedes comenzar a preguntar - dije colocando mi cara entre mis brazos, apoyados en la mesa. 
     -   ¿Preguntar? ¿Que cosa? - parecía algo confusa.
     -   Sobre lo de ayer... - levanté mi rostro y la miré. Sus ojos parecían confundidos, ligeramente desenfocados.
     -   Ah ya recordé - bueno, ahora sí, comenzaba el interrogatorio. - ¿qué tal te fue?
     -   ¿Eso es todo lo que me vas a preguntar? - no sabía si estar feliz o no. Era extraño, normalmente se abalanzaría sobre mí gritando, logrando que todo el mundo se enterase y no pararía de perseguirme hasta que le diera una respuesta que la sastifaciera. Además, ella misma había hablado con Jake y él había dicho ciertas cosas mmm... algo comprometedoras. - Espera un momento, ¿qué es lo que pasó ayer?.
     -   Dany, eres tú la que me está hablando sobre ayer. ¿Cómo que no te acuerdas? 
     -   No, yo sí recuerdo pero quiero confirmar algo. - la miré fijamente. - oye, ¿tienes algún problema en los ojos? Tienes la mirada diferente. - sus ojos aún seguían desenfocados.
     -   Ya estás viendo cosas, si están normales. - asentí y me encogí de hombros - Bueno, ayer me quedé en el almuerzo comí un sándwich de pavo, no estaba tan delicioso porque no lo pedí con queso crema y no sé…
     -   Hanon enfócate – reí.
     -   Cierto, bueno almorcé. Tú no estabas, hablé con Damen y me dijo que iban a ver a Melody, pero él se tuvo que quedar en las prácticas y me dijo, como todavía no me había ido, que si te podría llamar a tu celular y decirte que llegaría algo tarde pero que ya iría. – ya venía, ojalá la profesora… de la que olvidé su nombre, no llegase. – te llamé y…
     -   ¿Y qué?
     -   Bueno, no sé-  su rostro quedó pensativo – creo que te lo dije y dijiste que no fuera que no importaba y listo. – ya va ¿qué? – Después fui a casa y bueno, me duché, terminé mi trabajo para Biología y eso…
     -   ¿No recuerdas que sucedió con la llamada?  - pregunté y mis ojos se abrieron como platos.
     -   Ya te lo dije, creo que dijiste que le dijese que después se veían y que no importaba. 
     -   Y ¿qué hay de Jake? – pregunté, aún esperando llevarme unos potentes gritos.
     -   ¿Jake? – sus ojos se desenfocaron de nuevo - ¿Qué tiene que ver él en todo esto?
     -   Yo no… - que raro que no se recordara de Jake… Era Hanon.  Lo único que me esperaba era que me preguntara sobre él – ¿Tú no has hablado con él?
     -   ¿Ayer? No, ni siquiera tengo su número. – pero sí el mío… - ¿por qué lo preguntas? – entornó los ojos.
     -   No por nada.
                           
           Y un segundo después entró la profesora, lo que logró que nuestra conversación quedara olvidada, aunque parecía que a Hanon le era ya muy fácil olvidar algunas cosas. En verdad no sabía si alegrarme o no… Está bien, si me alegraba un poco que no lo recordaba pero era tan extraño.  

             La profesora se disculpó por haber llegado algo tarde y luego nos pidió los ejercicios que había enviado para hacer en casa, me ofrecí para hacer el primero y lo realicé correctamente. Ella explicó. Yo dibujé en la última hoja de mi cuaderno. Era como una especie de árbol. Y abajo había una chica, tratando de atrapar una de las flores que caía del árbol. Mandé un mensaje de texto a Nate saludándole. Y así pasó toda la hora.
                       
             Y a penas sonó el timbre yo ya estaba levantada y esperando a Hanon a que terminara de guardar sus cosas. Empezamos a hablar sobre las prácticas de futbol y que habían unas para porristas pero que serían en Enero. Su locker había quedado en el final del pasillo, algo lejos del mío. Así que cada una se dirigió a su locker. Comencé a guardar los libros de física. Venía historia, una de las peores materias de la vida. Quería saltarme la clase, pero no lo haría. Ni había pasado una semana, a la próxima sí. Y eso pensé hasta que vi a Jake. Apoyado en su casillero observándome. Cerré mi puertecilla con fuerza y me dirigí a él. 

     -   Te pareció lindo lo de ayer ¿no?
     -   Hola a ti también, princesa.
     -   Créeme, no voy a volver a parecer tan débil.
     -   No lo parecías, lo estabas. – sonrió.
     -   Eres un imbécil.
     -   ¿Sabes que sigo sin entender realmente de que hablas?
     -   Ven aquí.  – Comencé a caminar hasta que vi un salón vacío. Entre en él con Jake detrás. Cerró la puerta – Bien, ahora si vamos a hablar claro. – dije molesta – por tú culpa estoy castigada. No sé que me hiciste…
     -   Sabes que puedo imaginar muchas cosas que podría responder a esa frase.  – le miré mosqueada, aunque no pude evitar el rubor en mis mejillas.Sabía lo que insinuaba.
     -   Me dejaste sola y desperté ya prácticamente de noche. Mis padres me querían matar. – respondí, volviendo a mi furia.
     -   No sé de que hablas – dijo encogiéndose de hombros.
     -   Si, si lo sabes. – repuse molesta.
     -   No.
     -   Te estoy hablando de ayer. – crucé los brazos sobre mi pecho.
     -   Bien, huiste del instituto y creo que eso es todo. Ademáa, creo que lo que sé que sucedió ayer fue – me acercó a él en un rápido movimiento y un segundo después me sentó en una mesa, pegando mi espalda contra la pared, su boca se acercó a mi oído y cerré los ojos instantáneamente – que no pudiste dejar de pensar en mí en todo el día.  

              Abrí los ojos rápidamente, pero Jake ya no estaba. 

    - Estúpido creído.
                          
              Eso quería decir, que si Hanon no se acuerda de que ayer habló con Jake y que él estuvo conmigo y Jake dice haberme visto solo antes de salir del instituto… Eso significa que ¿había sido mi imaginación? Jake realmente nunca me siguió ni me encontró en el cementerio, nunca hubo una llamada, bueno no era muy difícil el no poder imaginarme al creído de Jake cuidando de mí, entonces no había pasado nada y solo fue un sueño. 

             Sonó el timbre y me bajé de la mesa lentamente, volvía agarrar bien mi bolso y salí del aula, dirigiéndome rápidamente aunque con desgana a la clase de historia, al menos vería a Nate y a Leah. Llegué y ciertamente ahí estaba Nate hablando con Edward, me acerqué a él y me dio un beso en la mejilla, me observó y me preguntó si estaba bien a lo que respondí que sí.  Y dejé que siguieran hablando y me senté al lado de Nate recostando mi cabeza en su hombro , mientras que el pasaba su brazo alrededor de mis hombros. Comencé a acariciar su cabello rubio y a jugar con él dándole ligeras vueltecitas entre mis dedos.

              Así que todo había sido un engaño de mi mente. ¿Pero como podía ser?
              Y ese sueño... ¿qué eran aquellas mariposillas y qué querían de mí?
              Estaba realmente confundida. 

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Hola Chicas! :D
¡FELIZ NAVIDAD! <- Lo sé, algo atrasada jaja y sorry por eso. Pero aquí les tengo su regalo de navidad, por fin, desde Septiembre... El nuevo cap! :D
Espero que les haya gustado! :) Fueron más de 5 mil palabras en word y casi 12 pags, creo.
Gracias a todas por participar en el concurso!  Y a las que no pudieron, bueno será para otra ocasión! Anunciaré a la ganadora creo que en enero :S No creo poder subirlo antes porque he tenido que ir a casas de mis amigos o he tenido visitas en mi casa por navidad, he imaginense cuando les doy Feliz Navidad! El 27 :S Y las ojeras que tengo, bueno normalmente siempre tengo un poco ( no me gusta dormir jaja lo sé raro XD ) Pero desde los 15s de una amiga que llegue a mi casa a las 4:30 am de la fiesta y me levante a las 8 y algo más o menos y ya era 24 y desde el 24 al 25 no dormí nada y de ayer para hoy apenas y pude dormir unos 4 o 5 horas.
Espero que enserio les guste el cap! :) y si no, plis diganmelo y el porque. Se aceptan sugerencias. :)
Y de nuevo...

  FELIZ NAVIDAD ATRASADA! :P


Son las mejores! :) 
                                                                             KiSsEs, Dany

 

martes, 20 de diciembre de 2011

2 días más y un Adelanto!



Hola Chicas! 
Bueno, no tengo mucho tiempo. Estoy castigada y no se supone que deba estar con la computadora ( mi mamá salió ) pero aqui estoy. Decidí atrasar el final del concurso. Sé que he estado haciendo puras entradas de más días, sorry! pero esta es la última! ;) Y para no dejarlas con solo una entrada explicando porque más días y bla bla todo eso :) aqui va un adelanto del cap!



   -  Vamos Hanon, ya puedes comenzar a preguntar - dije colocando mi cara entre mis brazos, apoyados en la mesa. 
   - ¿Preguntar? ¿Que cosa? - parecía algo confusa.
   - Sobre lo de ayer... - levanté mi rostro y la miré. Sus ojos parecían confundidos, ligeramente desenfocados.
   -  Ah ya recordé - bueno, ahora sí, comenzaba el interrogatorio. - ¿que tal te fue?
   - ¿Eso es todo lo que me vas a preguntar? - no sabía si estar feliz o no. Era extraño, normalmente se abalanzaría sobre mí gritando, logrando que todo el mundo se enterase y no pararía de perseguirme hasta que le diera una respuesta que la sastifaciera. Además, ella misma había hablado con Jake y él había dicho ciertas cosas mmm... algo comprometedoras. - Espera un momento, ¿que es lo que pasó ayer? 
   - Dany, eres tu la que me esta hablando sobre ayer. ¿Como que no te acuerdas? 
   - No, yo si recuerdo pero quiero confirmar algo. - la miré fijamente. - oye, ¿tienes algún problema en los ojos? Tienes la mirada diferente. - sus ojos aún seguían desenfocados.
   - Ya estas viendo cosas, si están normales. - asentí y me encogí de hombros - Bueno, ayer...




         Espero que les guste y pronto subiré el cap!
         Sorry por la espera del concurso! ;) El concurso terminará el 22 de Diciembre a las 11:59 xD



                                                                                 KiSsEs, Dany                
  

jueves, 15 de diciembre de 2011

Aviso! 3 días más! (:



      Chicas, solo me han llegado 3 relatos (: y decidí dar 3 días más! Así que el concurso terminará el 18!
Espero que algunas más quieran participar! (:

Y además de eso les quería decir que el cap ya está casi terminado, lo acomodo y le agrego un par de detallitos y listo! ;)

                                                                      KiSsEs, Dany!

lunes, 5 de diciembre de 2011

Anuncio Rápido!



Hola Chicass! :)
Bueno, no tengo mucho tiempo, pero decidí hacer esta entrada rapidito :)

  - Primero: Solo quedan 10 días para finalizar el concurso! ;)
         ( Entrada anterior )
  - Segundo: Pueden participar, aunque no tengan blog!
  - Tercero: Pronto pondré una encuesta sobre los posibles premios. ( Si alguna tiene más ideas sobre posibles premios me pueden decir )  ;)
  - Cuarto: He comenzado a escribir el  siguiente cap!
  - Quinto: Pronto terminaré clases! ( y seré por fin libre... XD )
  - Sexto: Espero que aún esten ahí y sigan entrando aki, en verdad sorry x mi ausencia!
  - Séptimo: Gracias a todas chicas! :3 Gracias x sus comments, no saben cuanto me animaron! Y tambn gracias para las que se pasaron igual por el blog!
  - Octavo: En cuanto termine clases y pueda regresar a blogger ya me pillaran por sus blogs! I promise!
  - Noveno: Iba a escribir algo aquí... pero lo olvidé jeje
  - Décimo: Las adoro! <3

PD: Espero que se animen a participar en el concurso! ;) Ya van 2 relatos!

                                                                               KiSsEs, YoUr Dany!